26.02.2012
¡Qué semana! Me duele todo el cuerpo. Empezando por la cabeza y terminando por los pies. Diego no contesta a mis llamadas. No sé que puedo hacer. Quería ir a su casa para hablar con él pero ¿qué podía decirle? ¿Que lo siento? ¿Que este beso de Luis fue una gran sorpresa para mí y que no lo quería? No sé si es buena idea... Estoy tan triste que no puedo controlar mis pensamientos. Ingrid dice que todo esto – mis lagrimas, una tonelada de pañuelos desechables y los helados – significa que seguramnte estoy enamorada de Diego. Y creo que... ella tiene razón.
Por lo menos tengo mi trabajo. Todo el personal está muy ocupado especialmente los fines de semana. Estamos en el periodo de carnaval y las bodas. Organizamos los bailes de trajes y las despedidas de solteras. Es mucho trabajo pero eso me ayuda descansar de pensar en Diego. Ya me he aclimatado en el restaurante de Jorge. Nos entendemos sin palabras. Sé perfectamente que espera y lo hago antes que me lo pida. Está lleno de energía y pasión. Es el mejor chef en México D.F..
Ayer Ingrid me llamó y preguntó si podíamos hablar porque ella tenía que decirme algo muy importante. Por su tono sabía que eso iba a ser algo serio. Vino a mi casa a las siete y media con los merengues con chocolate. Parecían estupendos pero no creía que ella los hizo sola. Le pregunté:
- ¡¿Lo has hecho tu misma?! ¿Qué te pasó?
- ¡Claro que no! Yo y cocina – una conexión imposible.
Nos sentamos y ella empezó a hablar con la mirada soñadora y la sonrisa ancha.
- ¡Dime qué pasa, Ingrid! No me hagas esperar.
- Lorena, hermanita mía. Tu eres la única persona que me entiende y con la que puedo compartir mi felicidad.
- ¡Dígame por Dios!
- Pues... Yo... Yo estoy enamorada de Alejandro. Yo sé que hace solamente unas semanas que nos conocemos pero... No puedo resistir más mis sentimientos.
No sabía que decir. Mi hermanita enamorada... ¡Por fin! ¡Que suerte!
Es que Ingrid nunca tenía suerte en las relaciones hombre-mujer. Se enamoró verdareramente solo una vez cuando tenía 18 años. Quería huír de la casa para estar con aquel chavo. Por suerte yo y nuestra mamá la detuvimos. Luego él se trasladó con toda su famila a Australia y con el paso del tiempo todo se acabó. El conoció a otra chava y se lo dijo a Ingrid. Ella tan enamorada se sintió muy herida y se prometió nunca más confiar en ningún hombre. Después salía con muchos chavos pero como lo decía ella “es solo para divertirme, sabes que el amor no es para mí”. Pero por fin y ya le dió la flecha de cupido.
Y no le he dicho nada de mis problemas. No la quería preocupar. Hablamos toda la noche. Ingrid decidió quedarse en mi casa.
Merengues con chocolate
Ingredientes:
- 4 claras,
- 20 decagramos de azúcar en polvo,
- 7,5 decagramos de harina,
- 12,5 decagramos de chocolate aserrado,
- 2 decagramos de azúcar con vainilla,
- ½ de cucharilla de canela.
Preparación:
1. Batir las claras a espuma.2. Añadir el azúcar en polvo, la chocolate, el azúcar con vainilla y canela. Mezclar todo.
3. Poner el papel de aluminio en la chapa. Poner la masa en la chapa. Asar merengues en 160 °C.