Sobre el blog

En nuestro blog contamos la historia de una chica que en un momento decide cambiar completamente su vida. Nos enteramos de su vida leyendo su diario que usa también como un libro de recetas porque ama cocinar. Siempre al final de la historia aparecen unas recetas muy interesantes.


poniedziałek, 26 marca 2012

El mundo de los hombres

26.03.2012
¡Fútbol, fútbol y otra vez fútbol¡ Es el que gobierna el mundo de los hombres. Yo no entiendo  esa confusión alrededor de ese deporte pero bueno, cada uno tiene lo suyo. Yo tengo la cocina y Diego tiene sus partidos. Ahora Diego pasa más tiempo en mi piso (pues antes este era su piso) que en el piso que comparte con su hermano Javier. A su hermano le gusta mucho esta situación porque ahora siempre puede invitar a quien quiera. Pero regresando a Diego, mientras yo cocino él ve los partidos y yo en la cocina oigo solo los gritos que el arbitro es injusto o que hubo una falta. En esos momentos no puedo contener la risa. Pero los hombres en todo el mundo son iguales. Mi amiga polaca siempre se reía de su hermano cuando él gritaba durante los partidos.
Este año es especial para Polonia porque allí y en Ucrania tendrá lugar la Eurocopa 2012. Cuando estuve en Polonia en los escaparetes había un montón de camisetas, bolsas, bolígrafos y otros accesorios con logotipo de esa festividad. Para los españoles  también habrá un evento muy importante. Actualmente tienen título de campeones del mundo y de Europa. Quiza este año repetirán su éxito.
En un juego parecido al fútbol jugaron ya los aztecas. Su balón se llamaba tachtli y la portería estaba colgada a unos metros sobre la tierra y tenía forma de anillo de piedra. Los jugadores tenían que lanzar el balón a través de ese anillo pero utilizando solo a sus codos, caderas, brazos y rodillas. La tarea la hizó más dificil el hecho que tlachtli estaba hecho del caucho natural y ¡pesaba 5 kg! Los jugadores tenían protectores especiales pero igual muchas veces salían del campo con moratones. A menos que sobrevivieron porque el equipo derrotado estaba predestinado a la muerte...
Los dioses establecían sus propias reglas. Y justo durante uno de esos partidos la Serpiente Emplumada, es decir Quetzalcoatl se encontró en el campo con el Dios de la Noche, Tezcatlipoca. Ya antes habían rivalizado entre si durante cada ocasión para demostrar su superioridad. Los dos sabían que eso no era un partido normal solo un partido divino por el poder. El juego duraba tanto tiempo que sería difícil medirlo con el tiempo humano. En definitiva se escuchó  una risa muy alta en el aire. Tezcatlipoca se burlaba del derrotado Quetzalcoatl.
  • Sí, he perdido. ¿Y qué? Es solo un juego.
  • Como ganador ahora tengo derecho de decidir sobre tu destino. Entonces te mando que fueras al Este.
  • ¿Al Este?
  • A la tierra del sol saliente.

Lejos de la capital del país azteca, de las montañas y valles amistosos, lejos de la gente a la que le dió el maíz y el calendario. Pero el derecho del ganador era irreversible.
La Serpiente Emplumada salió en la balsa hecha de serpientes y dijó “I will be back”.
Los aztecas creían que llegaba el día cuando Quetzalcoatl regresaría de su viaje. Esperaron mucho tiempo y un día a la orilla del México navegó un barco del Este. ¿Quién era ese hombre que parecía cumplir vieja profecía? El rubio misterioso nunca había escuchado nada sobre la Serpiente Emplumada. Se llamaba Hernán Cortés, era español y deseaba  oro.
México tiene un montón de leyendas interesantes. Esa es una que me contó mi vecina Ana. A ella le encanta historia y leyendas.
Mientras mi Diego veía el partido yo preparaba la cerveza casera.

Cerveza casera




Ingredientes:
20 l. de agua
1 Kg. de cebada abrillantada
500 gr. de maíz amarillo
1 1/4 Kg. de azúcar moreno
25 gr. de lúpulo
25 gr. de levadura de cerveza

Preparación:

1. Primero ponemos los 20 litros de agua en una olla de acero inoxidable con la cebada y el maíz y lo dejamos en remojo durante 4 horas.

2.
Luego agregamos el azúcar y el lúpulo. Se pone a hervir durante 2 horas más, se retira del fuego y se deja enfriar.

3.
Estando aún tibio mezclamos la levadura bien diluida con un poco de agua. Tapamos la olla y la dejamos en un lugar fresco durante 48 horas para que haga la fermentación.

4.
Luego filtramos con un tejido de hilo espeso y la envasamos en botellas que taparemos bien.

5.
Por último las guardaremos en un lugar fresco y a los 6 días tenemos nuestra cerveza artesanal lista para beber.

6.
Para hacer cerveza negra, poner la mitad de la cebada tostada y la otra mitad abrillantada. Se prepara igual que la otra.

poniedziałek, 19 marca 2012

Un paquete misterioso

19.03.2012
Ayer recibí un paquete. Una de los que no son tan grandes, pero tampoco son pequeños. Uno de las que nadie realmente mira. Una de las que pueden estar en un sitio mucho tiempo y nadie va a echarlas de menos. Un paquete gris. Un paquete que no podía llevar un regalo.
A la primera mirada no sabía que podía llevar. ¿Que puede estar en una paquete tan... frío? No sé cuales palabras sería bien usar para describirlo sino frío. Frío y desagradable. Fue uno de las que nadie quiere abrir.
Pero es obvio que cuando recibí el paquete, no podía contener mi curiosidad y tuve que abrirlo. Pero, de verdad, ¿quién no la abriría?
Como tenía poco tiempo lo llevé a la cocina y lo puse sobre la mesa. Tuve problemas con  la apertura pero al final lo abrí.
Y ya sabía porque se me parecía tan desagraable. Llevaba recuerdos de amor. De falso amor, de amor que como pensaba había entre yo y mi ex.
Saqué una fotografía con manos temblorosas. La foto nos mostraba en un abrazo romántico. Fue hecha en la boda de nuestro amigos. Yo parecía loca de amor y él... No sé si fue mi imaginación, pero él miraba a la cámara con aburrimiento. Y un poco de asco. Pero no sé. Puede ser que me dió tanto dolor que no puedo mirarle sin pensamientos negativos.
Solté la fotografía. No la miraba cuando caía al suelo.
Saque una concha. Nada especial, pero recuerdo como la obtuve. Estabamos de vacaciones. Pasabamos tiempo en la playa. Yo tomando el sol, él nadando en el mar. Cuando estuve a punto de dormir, él se acerco corriendo y puso esa concha en mis manos, gritando:
¡Encontré una concha! ¡Mira que concha tan bonita! ¿Es bonita, verdad? ¡No encontrarías otra como esta!
Es obvio que le dije que es la concha más bonita del mundo. (Al día siguiente nos dijeron que es una playa famosa entre los locales por sus conchas.)
Aparté la concha.
De ese modo miraba  otros recuerdos. Las fotografías, las cartas,tonterías. Todo eso crecía en el suelo como una hoguera.
Por una parte eran los recuerdos amables y por otra... Todavía un poco dolorosos pero ya no tanto. No tanto gracias a Diego.
Saqué la ultima fotografía.
Nos mostraba a nosotros el día cuando él me dijo que me amaba. No fue muy romántico pero en los días siguientes pensaba que él fue la persona más romántica del mundo. Una cita en un restaurante caro con las velas y otras cosas necesarias en un restaurante así.
¿Es extraño que quemé todo lo que llevaba el paquete?

Y con la hoguera de estas cosas me preparé unos patatas asadas.


Patatas asadas en la hoguera




Ingredientes:
Todas las patatas que quieras
Mantequilla
Pimienta negra
Papel de aluminio

Preparación:
1. Envuelve las patatas con un par de capas de papel de aluminio.
2. Entierra tu patata bien envuelta entre las ascuas del fuego usando un palo o unas tenazas.
3. Déjala asarse durante unos 45 minutos, dependiendo de la fuerza del fuego y del tamaño de la patata.
4. Retírala del fuego con las tenazas, con mucho cuidado de no quemarte.
5. Para comprobar si está lista, pincha un cuchillo en la patata. Si te cuesta sacarlo, deja un rato más la patata al fuego.
6. Cuando el centro de la patata esté blando, desenvuélvela, ábrela y cómetela con mantequilla y pimienta negra. También está buena con queso.

poniedziałek, 12 marca 2012

Serenata

12.03.2012
Ayer Diegoy yo regresamos a Mérida. Su madre ya se curó y además los dos tuvimos que volver al trabajo. Pero esta semana en D.F. fue la más bonita en mi vida. Doña Lupe ya se sintió mucho mejor, se levantó de la cama y nos preparó muchos platos mexicanos. Me encantaron los empanadas de pollo cremosas (parecidos a un plato polaco se llaman pierogis) y churros muy populares también en España. Ya he pedido la receta para enseñarsela a Jorge. Como Doña Lupe se sentía mejor Diego y yo pudimos pasar más tiempo juntos.
El sábado por la noche me llevó a Plaza Garibaldi, lugar dónde todos los días se reunen los Mariachi. Se dice que las fiestas más grandes las hay los sábados y el día 22 de noviembre que es el día de Santa Cecilia patrona de los músicos. Diego me contó que en las calles de México se puede ver a muchos Mariachi (que representan a sus compañeros del grupo) buscando a un cliente. Se los contrata para las fiestas de bodas, los entierros, las peticiones de mano, los cumpleaños o simplemente sin ninguna razón especial. Cuando un hombre lleva la serenata a un chica para pedirle la mano, según la tradición ella le da un pañuelo, blanco significa acuerdo y negro un rechazo. En ese caso los Mariachi acompañan a ese hombre toda la noche cantando serenatas para consolarlo.
Un grupo de Mariachi puede contribuir incluso de 200 hombres, no hay regla para eso. Un grupo mínimo consta de una guitarra, un violín y una trompeta. Si se quiere interpretar se multiplican los instrumentos. Los grupos buenos tienen también migüelas y guitarrones. Un traje típico de Mariachi consta de camisa blanca, chaleco, pantalones y chaqueta con adornos de botonaduras de metal. Cada Mariachi tiene también botines y moños especiales y claro, un sombrero precioso. Un hombre vestido así impresiona a toda mujer. Se dice que cada hombre debe tener en su casa un traje de Mariachi y ponerlo por lo menos para las festividades para sentirse un verdadero mexicano. Diego me dijo una curiosidad que los Mariachi antes de ir a un concierto pone 100 pesos en monedas de 10 pesos en su bolsillo para sentirse más macho. ¡Que chistosos son!
Cuando ya estuvimos en la Plaza Garibaldi ví un montón de gente. Allí vienen familias de toda la ciudad. Vienen los novios, los padres con sus hijos adolescentes y niños pequeños, vienen los abuelos y grupos de amigos. Vienen para dedicar una canción a su mujer, a su novia, a su suegra (eso no con mucha frecuencia), todos bailan, cantan (¡saben un montón de canciones de memoria!) y por supuesto beben tequila. Así son los mexicanos, siguen con las tradiciones. En la Plaza hay muchos monumentos de cantantes famososy no solo de hombres. Hay por ejemplo el monumento de María de Lourdes muy conocida y apreciada en México.
No se necesita mucho tiempo para sentir ese ambiente especial que te rodea en ese lugar. Todo el mundo cantando “Cielito”, “México lindo y querido”, “El viajero” y muchas otras canciones. Aquella noche la pasé de maravilla.
Ayer cuando ya estuve en mi cama en Mérida, escuché la música Mariachi. En principio pensé que todavía la escucho en mi cabeza pero me dí cuenta que esos sonidos llegan por la ventana. Me levanté y me acerqué a la ventana ¿y que ví?. Un grupo de Mariachi con Diego en un sombrero al frente y cantando esa canción de Vicente Fernández:

Vale mas, un buen amor
Que mil costales de oro
Vale mas, un buen amor
Por eso eres mi tesoro
Valgo mucho, junto a ti
Y soy muy feliz contigo
Vales mucho, para mi
Con el corazón te digo
Olvidemos, el pasado
Y lo que diga la gente
La verdad es, que te amo
Y me amas, Para siempre
Olvidemos, el pasado
Y vivamos, el presente
Lo que importa es
Que me amas,
y te amo, para siempre


Empanadas de pollo cremosa





Ingredientes:
  • 36 tapas para empanadillas
  • 1 pollo entero
  • 3 hojas de laurel
  • Leche c/n
  • Harina c/n
  • Manteca
  • Pimienta blanca (a gusto)
  • 1 pizca de sal
  • Nuez moscada (a gusto)
Preparación:
  1. Separar el pollo en presas y ponerlo a hervir en abundante agua con el laurel y sal.
  2. Cuando esté cocido, dejar enfriar (el caldo se usa para hacer una rica sopa de arroz), separar la carne del hueso y desmenuzarla, reservar.
  3. Preparar con la manteca, la harina y la leche una salsa blanca liviana, condimentar con sal, nuez moscada y pimienta blanca.
  4. Mezclar la carne del pollo con la salsa blanca y armar las empanadas poniendo una cucharada de relleno en cada masa y humedeciendo, repulgar.
Churros


Indredientes:

una taza (tamaño desayuno) de agua,
40 g de margarina,
250 g de harina común,
un huevo,
media cucharadita de sal fina,
aceite o grasa para freír,
azúcar molida para espolvorear

Preparación:

1. Poner en una cacerola el agua y la margarina. Llevar al fuego y cuando rompa el hervor agregar de golpe la harina.
2. Cocinar revolviendo con cuchara de madera hasta que la pasta se despegue de las paredes de la cacerola. Fuera del fuego añadirle el huevo, la sal y seguir trabajando hasta integrar todo.
3. Poner la pasta en una churrera o manga con boquilla rizada gruesa y dejar caer los churros en la fritura caliente, cortándolos del largo que se desee.
4. Una vez cocidos y la pasta dorada, retirar con una espumadera, escurrir sobre un papel absorbente y espolvorear con abundante azúcar molida.

poniedziałek, 5 marca 2012

Mi destino está en mis manos

05.03.2012
¡Lo quiero! No, no lo quiero. ¡Lo amo! Ahora estoy segura de eso. Por fin decidí tomar el destino en mis manos. Me enteré que Diego se fue a D.F. porque su madre se puso enferma. Al saberlo no pude quedarme en mi casa. Primero, porque quería hablar con él, explicarle todo lo que pasó en la fiesta y segundo, porque siento mucho cariño por su mamá. La conocí cuando nos encontramos en la capital por la Navidad. Decidí irme allí y ayudarle. Pero apareció un problema. Mi trabajo... Lo tengo desde hace poco tiempo y ya tuve que pedir unos días libres. Que suerte que Jorge es amigo de Diego. Dijo que unos días sin mi no serán un problema tan grande. Además me dijo que sabía que Diego me amaba (¡mi corazón empezó a latir más fuerte!) y que en aquel momento me necesitaba mucho.
Ese mismo día he comprado el billete para el avión y hoy por la mañana he ido a México D.F.
Cuando ya he estado delante de su casa he pensado que quizá él no quiera verme y que debería regresar a Mérida pero en ese momento me he acordado de mi nuevo lema: “Mi destino está en mis manos” y he llamado a la puerta. Me ha abierto una joven y bella mujer. ¿Es su novia?- pensé yo. Me ha preguntado quién soy. Le he dicho que soy amiga de Diego y que he venido para visitarle y a su madre. Me ha dejado pasar y me ha llevado al dormitorio de Doña Lupe, la mamá de Diego porque él no estaba en casa en ese momento. Ella se alegró muchísimo verme. Le dijo a Carmen que podía ir al trabajo, que yo le haría compañía. Cuando la bella morena se fue empezamos a hablar.
  • Que bien que viniste hija mía. Diego está ultimamente muy triste, no sé que le está pasando. No quiere decirme nada. Se alegrará mucho verte. Igual que yo.
  • No estoy tan segura... Pero lo veremos. No me voy de aquí si no hablo con él.
Le he contado todo lo que pasó en la fiesta y le he dicho que quiero mucho a su hijo. Doña Lupe me ha escuchado tranquilamente toda la historia y después me ha dicho:
  • Diego cambió mucho desde que te conoció. Nunca lo ví tan feliz. Todo el tiempo hablaba solo de tí. Volvió a sonreír así como antes de la muerte de su padre, volvió a tocar la guitarra, decidió no dejar sus sueños. Eso fue un gran paso. Después de la muerte de mi marido él tenía que ayudarme mucho. Cuando sus amigos jugaban al futbol, él tenía que trabajar o cuidar a sus hermanos. Eso seguramente fue muy duro para él aunque nunca se quejaba. De ser un niño se hizo un hombre, un hombre maravilloso. Estoy muy orgullosa de él. Ahora cuandó me enfermé me cuida mucho. No me quiere dejar sola ni por un momentito. Si tiene que salir, pidé a Carmen que se quede conmigo.
  • Sí, Diego es un hombre especial, eso se ve. Lo quiero mucho y quiero todo lo mejor para él. ¿Y quién es esa Carmen?
  • Es su vieja amiga. Se conocen desde chiquitos. Cuando eran niños siempre decían que eran novios pero sabes, eran juegos de niños. Después ella empezó la carrera y conoció a un chavo y Diego se fue a Mérida.
  • Sí, claro.

Esa notocia no me ha gustado mucho. Si le pidió ayuda eso significa que ella es importante para él. ¿Y yo? El no respondió a ninguno de mis mensajes. Después hemos hablado con Doña Lupe sobre su enfermedad. Me ha dicho que ya está mucho mejor y luego podrá levantarse de la cama. He ofrecido que le preparo algo para comer. Un caldo de pollo que es bueno para todo tipo de enfermedades. He ido a la cocina y preparé para ella un caldo de pollo y para Diego uno de sus platos favoritos, pisto manchego, un plato español.
Cuando Doña Lupe y yo estabamos comiendo el caldito, en su dormitorio entró Diego. Se ha sorprendido mucho al verme. Me ha saludado y todos hemos almorzado juntos. La conversación no cuajaba. Luego me he levantado, he quitado la mesa y he ido a la cocina para lavar los platos. Diego me ha seguido. Cuando hemos estado solos, me ha preguntado que estaba haciendo allí. He respondido que me he enterado lo de su madre y quería visitarla. No he mencionado que he venido también para verle.
  • Ay, sí. ¿Y dónde tienes a tu noviesito? No lo he visto a fuera. Seguramente te está esperando.
  • Diego, no es así como tu piensas. Dejame explicarte todo.
  • No hay que explicar. A mí me dijiste que necesitas tiempo y luego te veo besandote con ese charro. Sabías que te amo. ¡En lugar de darme una esperanza podías decirme antes que tú no sientes nada por mi!
  • No, no es así. Dejame que te lo explico. Yo...
  • ¡Yo entiendo todo perfectamente!
  • ¡No entiendes nada tonto! ¡Estoy aquí porque te amo!
  • ¿Qué has dicho?
  • Que te amo. Que he venido para decirte que Luis es solo mi amigo y que me besó sin permiso y tú entraste exactamente en ese momento. Es verdad que necesitaba tiempo pero ahora estoy segura de que te amo y no puedo vivir sin ti. Cuando no respondías mis mensajes no sabía que hacer. Fui a tu trabajo pero me dijeron que pediste unos días libres. Tampoco estuviste en tu piso. Tu amigo Lucas me dijo que fuiste a D.F. porque tu madre estaba enferma y por eso decidí venirme aquí para verte. Yo...
  • Ya cariño. No digas nada más. Te amo. Luis lo hizo sin permiso entonces yo te voy a preguntar. ¿Puedo besarte?
  • ¡Ya tenía miedo que no lo vas a hacer nunca!
  • ¡Te amo!

Pisto manchego



Ingredientes para 4-6 personas:
2 pimientos rojos
1 pimiento verde
1 cebolla pequeña
1 calabacín mediano
1 berenjena mediana
500 gr de tomate frito triturado de bote sal
4 cucharadas de aceite de oliva

Preparación:
  1. Se pica la cebolla en trocitos muy pequeños y se pone en una olla a freír con aceite de oliva (a fuego lento).
  2. Cuando está doradita la cebolla se añaden el calabacín, la berenjena y los pimientos limpios por dentro en trocitos también muy pequeños. Se fríe y se va movuendo todo junto a fuego lento unos 45 minutos hasta que esté blandito.
  3. Después se echa el tomate frito y se deja cocer otros 25 minutos.
  4. Se añade sal y se deja reposar unos 5 minutos. El pisto ya está preparado y listo para servir.
  5. Si se quiere que el plato sea mucho más completo y así sorprender a la familia o los amigos, es posible agregar dos huevos fritos, unas salchichas o algún filete como lomo para acompañar.