Sobre el blog

En nuestro blog contamos la historia de una chica que en un momento decide cambiar completamente su vida. Nos enteramos de su vida leyendo su diario que usa también como un libro de recetas porque ama cocinar. Siempre al final de la historia aparecen unas recetas muy interesantes.


poniedziałek, 5 marca 2012

Mi destino está en mis manos

05.03.2012
¡Lo quiero! No, no lo quiero. ¡Lo amo! Ahora estoy segura de eso. Por fin decidí tomar el destino en mis manos. Me enteré que Diego se fue a D.F. porque su madre se puso enferma. Al saberlo no pude quedarme en mi casa. Primero, porque quería hablar con él, explicarle todo lo que pasó en la fiesta y segundo, porque siento mucho cariño por su mamá. La conocí cuando nos encontramos en la capital por la Navidad. Decidí irme allí y ayudarle. Pero apareció un problema. Mi trabajo... Lo tengo desde hace poco tiempo y ya tuve que pedir unos días libres. Que suerte que Jorge es amigo de Diego. Dijo que unos días sin mi no serán un problema tan grande. Además me dijo que sabía que Diego me amaba (¡mi corazón empezó a latir más fuerte!) y que en aquel momento me necesitaba mucho.
Ese mismo día he comprado el billete para el avión y hoy por la mañana he ido a México D.F.
Cuando ya he estado delante de su casa he pensado que quizá él no quiera verme y que debería regresar a Mérida pero en ese momento me he acordado de mi nuevo lema: “Mi destino está en mis manos” y he llamado a la puerta. Me ha abierto una joven y bella mujer. ¿Es su novia?- pensé yo. Me ha preguntado quién soy. Le he dicho que soy amiga de Diego y que he venido para visitarle y a su madre. Me ha dejado pasar y me ha llevado al dormitorio de Doña Lupe, la mamá de Diego porque él no estaba en casa en ese momento. Ella se alegró muchísimo verme. Le dijo a Carmen que podía ir al trabajo, que yo le haría compañía. Cuando la bella morena se fue empezamos a hablar.
  • Que bien que viniste hija mía. Diego está ultimamente muy triste, no sé que le está pasando. No quiere decirme nada. Se alegrará mucho verte. Igual que yo.
  • No estoy tan segura... Pero lo veremos. No me voy de aquí si no hablo con él.
Le he contado todo lo que pasó en la fiesta y le he dicho que quiero mucho a su hijo. Doña Lupe me ha escuchado tranquilamente toda la historia y después me ha dicho:
  • Diego cambió mucho desde que te conoció. Nunca lo ví tan feliz. Todo el tiempo hablaba solo de tí. Volvió a sonreír así como antes de la muerte de su padre, volvió a tocar la guitarra, decidió no dejar sus sueños. Eso fue un gran paso. Después de la muerte de mi marido él tenía que ayudarme mucho. Cuando sus amigos jugaban al futbol, él tenía que trabajar o cuidar a sus hermanos. Eso seguramente fue muy duro para él aunque nunca se quejaba. De ser un niño se hizo un hombre, un hombre maravilloso. Estoy muy orgullosa de él. Ahora cuandó me enfermé me cuida mucho. No me quiere dejar sola ni por un momentito. Si tiene que salir, pidé a Carmen que se quede conmigo.
  • Sí, Diego es un hombre especial, eso se ve. Lo quiero mucho y quiero todo lo mejor para él. ¿Y quién es esa Carmen?
  • Es su vieja amiga. Se conocen desde chiquitos. Cuando eran niños siempre decían que eran novios pero sabes, eran juegos de niños. Después ella empezó la carrera y conoció a un chavo y Diego se fue a Mérida.
  • Sí, claro.

Esa notocia no me ha gustado mucho. Si le pidió ayuda eso significa que ella es importante para él. ¿Y yo? El no respondió a ninguno de mis mensajes. Después hemos hablado con Doña Lupe sobre su enfermedad. Me ha dicho que ya está mucho mejor y luego podrá levantarse de la cama. He ofrecido que le preparo algo para comer. Un caldo de pollo que es bueno para todo tipo de enfermedades. He ido a la cocina y preparé para ella un caldo de pollo y para Diego uno de sus platos favoritos, pisto manchego, un plato español.
Cuando Doña Lupe y yo estabamos comiendo el caldito, en su dormitorio entró Diego. Se ha sorprendido mucho al verme. Me ha saludado y todos hemos almorzado juntos. La conversación no cuajaba. Luego me he levantado, he quitado la mesa y he ido a la cocina para lavar los platos. Diego me ha seguido. Cuando hemos estado solos, me ha preguntado que estaba haciendo allí. He respondido que me he enterado lo de su madre y quería visitarla. No he mencionado que he venido también para verle.
  • Ay, sí. ¿Y dónde tienes a tu noviesito? No lo he visto a fuera. Seguramente te está esperando.
  • Diego, no es así como tu piensas. Dejame explicarte todo.
  • No hay que explicar. A mí me dijiste que necesitas tiempo y luego te veo besandote con ese charro. Sabías que te amo. ¡En lugar de darme una esperanza podías decirme antes que tú no sientes nada por mi!
  • No, no es así. Dejame que te lo explico. Yo...
  • ¡Yo entiendo todo perfectamente!
  • ¡No entiendes nada tonto! ¡Estoy aquí porque te amo!
  • ¿Qué has dicho?
  • Que te amo. Que he venido para decirte que Luis es solo mi amigo y que me besó sin permiso y tú entraste exactamente en ese momento. Es verdad que necesitaba tiempo pero ahora estoy segura de que te amo y no puedo vivir sin ti. Cuando no respondías mis mensajes no sabía que hacer. Fui a tu trabajo pero me dijeron que pediste unos días libres. Tampoco estuviste en tu piso. Tu amigo Lucas me dijo que fuiste a D.F. porque tu madre estaba enferma y por eso decidí venirme aquí para verte. Yo...
  • Ya cariño. No digas nada más. Te amo. Luis lo hizo sin permiso entonces yo te voy a preguntar. ¿Puedo besarte?
  • ¡Ya tenía miedo que no lo vas a hacer nunca!
  • ¡Te amo!

Pisto manchego



Ingredientes para 4-6 personas:
2 pimientos rojos
1 pimiento verde
1 cebolla pequeña
1 calabacín mediano
1 berenjena mediana
500 gr de tomate frito triturado de bote sal
4 cucharadas de aceite de oliva

Preparación:
  1. Se pica la cebolla en trocitos muy pequeños y se pone en una olla a freír con aceite de oliva (a fuego lento).
  2. Cuando está doradita la cebolla se añaden el calabacín, la berenjena y los pimientos limpios por dentro en trocitos también muy pequeños. Se fríe y se va movuendo todo junto a fuego lento unos 45 minutos hasta que esté blandito.
  3. Después se echa el tomate frito y se deja cocer otros 25 minutos.
  4. Se añade sal y se deja reposar unos 5 minutos. El pisto ya está preparado y listo para servir.
  5. Si se quiere que el plato sea mucho más completo y así sorprender a la familia o los amigos, es posible agregar dos huevos fritos, unas salchichas o algún filete como lomo para acompañar.

7 komentarzy:

  1. ¿De qué país es esta receta? ¡Parece riqusima!

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  2. Esoy cada vez mas dependiente de este blog! Mas recetas!

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  3. Me encanta la lema de Lorena. Desde ese momento yo tambien la voy a utilizar en mi vida! :).

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  4. Es un plato español de Castilla La Mancha :).
    Muchas gracias a todos nuestros lectores. Nos dais ganas para desarrollar la historia y añadir nuevas recetas. :)

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  5. Me gusta mucho vuestro blog

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  6. Muy bien hecho! Me gusta mucho ver vuestro blog.

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