26.09.11
Ya he hablado con Ingrid. Me encantó su reacción cuando escuchó mi voz: “¿Lorena? ¿Mi hermana, Lorena? ¡Que alguien me pellizque porque en caso contrario no lo voy a creer!”. ¡Hemos hablado casi media hora! Ya me imagino cuanto ascenderá mi cuenta telefónica... Pero no importa. Lo importante es que esos son mis últimos días aquí. Luego cuando ya arreglaré todos los asuntos me iré a México. Pues ya tengo el billete.
A Ingrid le encantó la idea de vivir juntas. Me dijo que le hize mucha falta y que aunque tiene en México muchos amigos yo siempre era para ella una alma gemela. Pues yo siento lo mismo. La necesito mucho, sobre todo ahora. Es la única persona que nunca me falló. Recuerdo que cuando éramos niñas nos encantaba ayudar a nuestra mamá en la cocina. El modo en el que preparaba la comida nos parecía mágico. Siempre cuando teníamos mal humor nos praparaba nuestro postre favorito, mousse de requesón. Echo de menos los tiempos en los que no tenía ningunas preocupaciones. Antes quería ser mayor de edad y ahora me gustaría ser una niña otra vez. Es verdad que muchas cosas se las aprecia con el paso del tiempo. También es verdad que nada pasa sin razón y que el fin de algo es el principio de algo nuevo. ¿Quiza así será con mi vida? El tiempo lo dirá. Pero ahora regresaré a mi infancia y me prepararé el mousse de requesón.
Ingredientes
250g de requesón
6 cucharadas de leche condensada
3 huevos
1 limón
menta
Preparación
- Separar las yemas de las claras. Poner las yemas en un bol, al que se añade el requesón y la leche condensada. Mezclar.
- Rallar la corteza del limón y exprimir el zumo. Incorporar al bol.
- Agregar las claras montadas y mezclar con cuidado.
- Ponerlo en copas y dejarlo en frigorífico hasta que haya cuajado.
- Adornar con corteza de limón y menta.